FIS Rollerski World Cup 2017

FIS Rollerski World Cup, la hermana pequeña.

 

Para aquellos que disfrutamos nuestras vacaciones en verano, el tempus fugit nos sacude con fuerza a finales de agosto, vamos que, literalmente, nos da un buen tortazo. Al grano, los que estáis en Facebook ya sabréis que a comienzos de julio, de aquí mi anterior frase, viajamos a Croacia para participar en la primera parte de la Copa del Mundo de Rollerski. Organizada Por la FIS, este año se reduce a cuatro etapas, Oroslavje (CRO), Sollefteå (SWE), Madona (LAT) y Trento (ITA).

Aquí una foto para refrescaros la memoria…

Así pues, la cosa es que debimos hacerlo muy bien y parecer muy simpáticos, que la Federación de Letonia nos invitó a su prueba en Madona. A falta de una semana para el campeonato, todo fueron prisas, una preparación física relámpago y tener que cambiar mis planes en Font Romeu.






Finalmente, tres días antes de la primera carrera, esta vez sólo, me plantaba en tierras Bálticas, más feliz que una perdiz.

Me llevo una gran experiencia en el plano personal, he tenido la ocasión de compartir mesa y corrillo con otras selecciones, el equipo de Elpex, delegados técnicos y un largo etcétera. Tras esta segunda participación, tengo una mejor visión de la propia competición y me ha ayudado a valorar lo que tenemos en casa.

La Copa del Mundo de Rollerski, es la hermana pequeña o incluso la prima, de su homóloga invernal y no cuenta con la presencia de las grandes estrellas. La Fedecación Internacional, ha cubierto las tres pruebas realizadas hasta la fecha en sus diferentes medios informativos, es sin duda, un comienzo para una modalidad que por diversas razones está destinada a crecer.

Así quedaba el programa oficial y los corredores por categoría. Exceptuando la prueba de sprint 200m, celebrada en las mismas calles de Madona,  el resto de pruebas se celebró en lo que se considera el primer complejo invernal del país, Smeceres Sils. Un bonito circuito de rollerski con terreno variado y una vuelta de 2.5 km entre bosques.






Pese a llegar falto de ritmo de carrera, la comodidad del viaje en avión y los días que tuve para conocer el circuito, han propiciado sin duda unas mejores sensaciones y resultados, pasando a estar en la zona media de la clasificación.

Foto: Flavio Becchis

Texto: Unai Sanz Vallés